30/04/2016

¡Tránsito de Mercurio la semana que viene!

Las órbitas de los planetas Mercurio y Venus son las únicas que se encuentran por dentro de la órbita de la Tierra, así que son los únicos planetas que, cada tanto, pueden interponerse exactamente entre nosotros y el Sol. Estos eventos se llaman tránsitos, y son como eclipses de Sol en miniatura: mientras nuestra Luna es capaz de bloquear completamente el Sol, los planetas (que son más grandes que la Luna pero están mucho más lejos) apenas tapan un pedacito. En siglos pasados su observación tenía un importante valor científico (en particular para medir la distancia entre los planetas). Hoy en día son un espectáculo hermoso y único.

Los tránsitos solares de Mercurio y Venus son extremadamente raros. Los de Venus son rarísimos, ocurriendo apenas dos cada 125 años. Yo tuve la suerte de poder observar el tránsito de 2012. El próximo ocurrirá en 2117...

Los de Mercurio también son raros, aunque no tanto como los de Venus. Ocurren unos 13 por siglo, siempre en mayo o en noviembre por curiosidades orbitales. El más reciente fue el 8 de noviembre de 2006. Y el próximo será el lunes 9 de mayo de 2016. Será visible casi en su totalidad desde Sudamérica. El Sol saldrá (para nosotros) con Mercurio ya transitando. El evento es muy lento: terminará recién pocos minutos después de las 15:30 hora argentina (18:30 UT), como vemos en esta simulación hecha con Stellarium:


Como se puede ver, el eclipse que produce Mercurio es muy, muy chiquito. No se puede observar a simple vista, sólo con un aumento razonable. Ahora, OJO: es extremadamente peligroso observar el Sol directamente, sin protección adecuada, y MUCHO más peligroso hacerlo a través de binoculares o telescopios. No sé si he sido del todo claro:

NUNCA observe el Sol a través de un telescopio a menos que use un filtro adecuado. 

¿Cuál es un filtro adecuado? Si no lo sabe, no es adecuado.

Entonces, ¿qué hago? ¿Me lo pierdo? ¡No! Hay una manera SEGURA de observar el tránsito usando binoculares o telescopios aunque uno no tenga un filtro solar adecuado. Consiste en PROYECTAR la imagen del Sol en lugar de mirarla directamente. Simplemente ponga un papel blanco a unos 50 cm de la lente ocular, con el instrumento apuntando al Sol. Hay que practicar un poco porque no podemos mirar a través para apuntar: lo mejor es mirar la sombra del instrumento y moverlo tratando de que sea lo más chica posible. Cuando esté exactamente alineado con el Sol aparecerá la imagen. Conviene hacer un poco de sombra sobre la imagen para que se vea mejor. Y mantener bien quietos el binocular y la pantalla, y enfocar lo mejor posible. La siguiente guía fotográfica muestra cómo hacerlo:


La imagen proyectada puede fotografiarse fácilmente. Mercurio se verá más o menos con el tamaño de esa manchita solar que había el día que preparé la guía. Pero no preocuparse, que es inconfundible con una mancha solar: es redondo y nítido.

Con un telescopio también se puede hacer lo mismo. Las tapas del frente de los telescopios suelen tener una tapita central para usar en estos casos. Sacar sólo la tapita y dejar el anillo de la tapa grande. Así entra menos luz al instrumento. De lo contrario se puede quemar, derretir o hasta explotar el espejo secundario o la lente ocular. También conviene tapar el pequeño buscador que tienen casi todos los telescopios, así como tapamos una de las lentes del binocular.

Háganlo con cuidado, sin apuro, practiquen un par de veces en la semana, y es una manera segura de ver un espectáculo astronómico raro y hermoso.

Por supuesto, ¡no dejen que los niños lo hagan solos! ¡No dejen que los niños miren al Sol a través de los binoculares o del telescopio!

¿Y si se nubla? Los tránsitos de Mercurio ocurren más o menos cada 10 años, y no todos son visibles desde donde uno esté. Pero para el próximo tenemos suerte, ya que también será visible desde Sudamérica y habrá que esperar apenas hasta noviembre de 2019.

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